La hernia de hiato es una condición común que afecta a una gran parte de la población, aunque muchos no son conscientes de su presencia. Es crucial entender las causas de la hernia de hiato, sus síntomas y cómo manejarla adecuadamente para evitar complicaciones y mejorar la calidad de vida.
En esta guía, PlanEAT, la APP de nutrición gratis, explicamos en detalle qué es la hernia de hiato, sus síntomas y cómo llevar a cabo una alimentación adecuada para controlar esta condición y mejorar la calidad de vida.
Contenido
Causas de la Hernia de Hiato
Las causas de la hernia de hiato pueden variar en síntomas, desde leves hasta graves. Es importante comprender los diferentes tipos de hernia de hiato y sus posibles complicaciones para poder recibir un tratamiento adecuado y mejorar la calidad de vida.
¿Qué es la Hernia de Hiato?
La hernia de hiato se produce cuando una porción del estómago se desplaza hacia arriba a través del diafragma, el músculo que separa el abdomen del tórax. Esta protrusión puede ocurrir de dos maneras: hernia por desplazamiento, donde el estómago se mueve hacia arriba a través del hiato esofágico, o hernia paraesofágica, donde el estómago se desliza junto al esófago y permanece en su lugar.
Los síntomas de la hernia de hiato pueden variar desde leves hasta graves y pueden incluir acidez estomacal, regurgitación, dolor en el pecho, dificultad para tragar y sensación de ardor en la garganta. Estos síntomas pueden empeorar después de comer, al agacharse o al acostarse.
Exploramos los dos tipos principales de la hernia de hiato:
Hernia por desplazamiento
La hernia por desplazamiento, también conocida como hernia de hiato deslizante, es la forma más común de hernia de hiato. En este tipo de hernia, una parte del estómago y el esófago se deslizan hacia arriba a través del hiato esofágico hacia la cavidad torácica.
Esta protrusión suele ocurrir cuando el músculo que rodea el hiato esofágico se debilita, permitiendo que el estómago se desplace.
El tratamiento de la hernia por desplazamiento puede incluir cambios en el estilo de vida, como perder peso, evitar alimentos irritantes y elevar la cabeza de la cama durante la noche para reducir los síntomas. En casos más graves, puede ser necesaria la cirugía para corregir la protrusión del estómago y reparar el hiato esofágico debilitado.
Hernia paraesofágica
La hernia paraesofágica, también conocida como hernia de hiato tipo II, es menos común pero potencialmente más grave que la hernia por desplazamiento.
En este tipo de hernia, una parte del estómago se desliza hacia arriba a través del hiato esofágico y permanece junto al esófago, mientras que el resto del estómago permanece en su lugar en la cavidad abdominal.
A diferencia de la hernia por desplazamiento, en la hernia paraesofágica, el esfínter esofágico inferior (EEI) permanece en su posición correcta y no se desplaza hacia arriba junto con el estómago.
Esto puede aumentar el riesgo de complicaciones, como la estrangulación o la obstrucción del estómago.
Síntomas de la Hernia de Hiato
Los síntomas de la hernia de hiato pueden variar significativamente de una persona a otra, y algunos individuos pueden no experimentar síntomas en absoluto. Sin embargo, cuando los síntomas están presentes, tienden a ser similares entre los diferentes tipos de hernia de hiato.
Uno de los síntomas más comunes de la hernia de hiato es la acidez estomacal, también conocida como pirosis. Este síntoma se caracteriza por una sensación de ardor en el pecho que puede extenderse hacia arriba hasta la garganta. La acidez estomacal suele empeorar después de comer, al agacharse o al acostarse.
Otro síntoma frecuente es la regurgitación, que es la sensación de que los alimentos o el líquido ácido están retrocediendo desde el estómago hacia el esófago o la garganta. Esto puede provocar un sabor amargo o ácido en la boca y, en algunos casos, tos o dificultad para tragar.
El dolor en el pecho es otro síntoma común de la hernia de hiato y puede variar en intensidad y duración. Este dolor puede ser confundido con el dolor de un ataque al corazón, ya que puede ser similar en naturaleza.
Además de estos síntomas principales, algunas personas con hernia de hiato pueden experimentar síntomas adicionales, como sensación de plenitud después de comer, sensación de hinchazón abdominal, eructos frecuentes, tos crónica, ronquera y problemas respiratorios como el asma.
Es importante estar atento a estos síntomas y buscar atención médica si son persistentes o graves.
Causas de la Hernia de Hiato
Las causas de la hernia de hiato no siempre son claras, pero se cree que factores como la edad, el embarazo, la obesidad y la presión intraabdominal pueden contribuir a su desarrollo.
Además, ciertos hábitos de malnutrición y de estilo de vida, como fumar, el consumo excesivo de alcohol y el levantamiento de objetos pesados, pueden también ser causas de la hernia de hiato y aumentar el riesgo de desarrollar esta condición.
Existen varios factores que pueden aumentar el riesgo de desarrollar esta condición:
Debilidad del músculo diafragmático
El diafragma es un músculo en forma de cúpula que separa la cavidad torácica de la cavidad abdominal. El hiato esofágico es una abertura en el diafragma a través de la cual pasa el esófago.
Cuando este músculo se debilita, puede permitir que una porción del estómago se desplace hacia arriba a través del hiato, siendo una de las posibles causas de la hernia de hiato.
Presión intraabdominal
La presión excesiva en el abdomen, como la que ocurre durante el embarazo, el levantamiento de objetos pesados, la obesidad o la tos crónica, puede ejercer presión sobre el diafragma y ser otra de las posibles causas de la hernia de hiato.
Esta presión puede debilitar el músculo diafragmático y aumentar el riesgo de protusión del estómago.
Edad
A medida que envejecemos, los músculos y tejidos del cuerpo tienden a debilitarse, incluido el músculo diafragmático. Esto puede aumentar el riesgo de desarrollar una hernia de hiato en personas mayores.
Factores genéticos
Algunas personas pueden tener una predisposición genética a desarrollar hernias de hiato. Si tienes antecedentes familiares de esta condición, es posible que tengas un mayor riesgo de desarrollarla tú mismo.
Estilo de vida y hábitos alimenticios
Ciertos hábitos alimenticios y de estilo de vida pueden aumentar el riesgo de desarrollar una hernia de hiato. Entre ellos se incluyen el consumo excesivo de alimentos grasos, picantes o ácidos, el tabaquismo, el consumo excesivo de alcohol y el estrés crónico.
Hay que tener en cuenta que existen múltiples causas de la hernia de hiato. Comprender estas causas de la hernia de hiato puede ayudar a identificar los factores de riesgo y tomar medidas preventivas para reducir la probabilidad de desarrollar esta condición.
Alimentación Saludable para la Hernia de Hiato
La alimentación juega un papel fundamental en el manejo de la hernia de hiato. Adoptar hábitos alimenticios saludables puede ayudar a reducir los síntomas y prevenir complicaciones.
Es importante evitar alimentos irritantes como cafeína, chocolate, cítricos, alimentos picantes y grasas, así como comer porciones más pequeñas y evitar acostarse inmediatamente después de las comidas.
Una alimentación saludable desempeña un papel fundamental en el manejo de la hernia de hiato, ya que ciertos alimentos pueden empeorar los síntomas y provocar molestias adicionales.
A continuación, se presentan algunas pautas generales para una dieta saludable para personas con hernia de hiato:
Fibra dietética
Consumir alimentos ricos en fibra puede ayudar a prevenir el estreñimiento, que puede empeorar los síntomas de la hernia de hiato. Opta por frutas frescas, verduras, legumbres y cereales integrales como parte de tu dieta diaria.
Alimentos bajos en grasa
Los alimentos grasos pueden provocar una sensación de plenitud y aumentar la producción de ácido estomacal, lo que puede empeorar los síntomas de la hernia de hiato.
Elige opciones bajas en grasa como carnes magras, productos lácteos bajos en grasa y aceites saludables como el aceite de oliva.
Porciones más pequeñas
Comer porciones más pequeñas con más frecuencia en lugar de grandes comidas puede ayudar a reducir la presión sobre el estómago y evitar la distensión abdominal.
Trata de comer varias comidas pequeñas a lo largo del día en lugar de tres comidas grandes.
Evitar alimentos irritantes
Algunos alimentos pueden irritar el revestimiento del esófago y aumentar los síntomas de la hernia de hiato. Estos incluyen alimentos picantes, ácidos, cítricos, chocolate, menta, café, té y bebidas carbonatadas.
Trata de evitar estos alimentos o consumirlos con moderación.
Limitar el consumo de alcohol y cafeína
El alcohol y la cafeína pueden relajar el esfínter esofágico inferior (EEI), lo que puede provocar una mayor acidez estomacal y empeorar los síntomas de la hernia de hiato.
Limita tu consumo de alcohol y cafeína, y evita consumirlos cerca de la hora de acostarte.
Masticar bien los alimentos
Tomar el tiempo para masticar bien los alimentos puede ayudar a reducir la carga sobre el sistema digestivo y prevenir la indigestión. Mastica cada bocado lentamente y disfruta de tus comidas sin prisas.
Evitar acostarse inmediatamente después de comer
Espera al menos dos o tres horas después de comer antes de acostarte o inclinarte. Acostarse demasiado pronto después de comer puede provocar reflujos gastroesofágicos y empeorar los síntomas de la hernia de hiato.
Además de estos consejos dietéticos, es importante mantener un peso saludable, evitar fumar y llevar un estilo de vida activo para reducir el riesgo de desarrollar complicaciones relacionadas con la hernia de hiato.
Comprender las posibles causas de la hernia de hiato, como la debilidad del músculo diafragmático y la presión intraabdominal, puede ayudar a tomar medidas preventivas para reducir el riesgo de desarrollar esta condición.
Consulta con nuestras nutricionistas de PlanEAT, la APP de nutrición gratis para obtener recomendaciones y una dieta personalizada para lograr una alimentación saludable para la hernia de hiato.
Es importante buscar atención médica si experimentas síntomas persistentes o graves de hernia de hiato, ya que el tratamiento temprano puede ayudar a prevenir complicaciones y mejorar la calidad de vida.