La dieta blanda se centra en consumir alimentos que sean suaves para el sistema digestivo, es decir, aquellos que se digieren fácilmente y no estimulan la producción de ácido clorhídrico. 

Este tipo de dieta se aconseja después de padecer problemas digestivos como gastritis, cólicos, úlceras, episodios de diarrea, vómitos o virus intestinales. Se debe seguir bajo la recomendación de los servicios de salud.

Para seguir adecuadamente una dieta blanda, debe ser recomendada por un profesional de la salud. Para obtener una guía detallada y personalizada, puedes utilizar herramientas como PlanEAT, la App de Nutrición, que te proporcionará la orientación necesaria para seguir esta dieta correctamente.

¿Para qué sirve la Dieta Blanda?

Anteriormente se recomendaba dejar el estómago en reposo por 24 horas, pero actualmente se sugiere comenzar a comer tan pronto como el estómago tolere alimentos, introduciéndolos de manera gradual. 

Es fundamental elegir bien los alimentos a introducir, muchos de los cuales coinciden con los recomendados en dietas personalizadas. Aunque el objetivo principal no sea la pérdida de peso, es crucial seguir cuidando nuestra salud.

Es importante no confundir la dieta blanda con una dieta de fácil masticación. La dieta blanda, o de protección gástrica, se refiere a alimentos de fácil digestión, no necesariamente blandos. Por ejemplo, una pechuga de pollo a la plancha es fácil de digerir, pero no es blanda ni de fácil masticación. 

dieta blanda

En hospitales, se utiliza el término dieta de protección gástrica, y para aquellos que necesitan alimentos de textura blanda y tierna, se refiere a una dieta de fácil masticación, que incluye cremas, hervidos, sopas, compotas de frutas, yogures, queso fresco, y carnes y pescados hervidos.

Alimentos que incluye la dieta blanda

La dieta blanda, o de protección gástrica, se centra en consumir alimentos que minimicen el esfuerzo del sistema digestivo para facilitar su pronta recuperación. 

Cuando seguimos esta dieta blanda, es esencial elegir alimentos que sean suaves y fáciles de digerir. Los alimentos adecuados para una dieta blanda incluyen:

  • Cereales refinados como pasta, arroz blanco, pan blanco, cous-cous y tapioca.
  • Patata, ya que es un alimento fácil de digerir y versátil en su preparación.
  • Frutas maduras como plátano maduro, manzana asada o madura, y compotas de frutas sin azúcar añadido. También se pueden consumir frutas hervidas, ralladas o al horno, dependiendo de la tolerancia individual.
  • Carnes blancas, como pollo y pavo, que son más fáciles de digerir que las carnes rojas.
  • Pescado blanco, como merluza, lenguado y pescadilla, por su bajo contenido en grasa y fácil digestión.
  • Proteínas vegetales como tofu sin ahumar, seitán y proteína aislada de soja.
  • Lácteos suaves como yogur natural, quesos frescos, requesón, leche semi o desnatada, bebidas vegetales sin azúcares añadidos y kéfir.
  • Huevos bien cocinados, según la tolerancia de cada persona.
  • Verduras cocidas, que son más fáciles de digerir que las crudas.
  • Caldos desgrasados sin exceso de sal, infusiones sin excitantes como hierbaluisa, manzanilla y anís estrellado, y hierbas aromáticas suaves como orégano, laurel, tomillo, romero, hinojo y eneldo.

Seguir una dieta blanda es crucial para asegurar que el aparato digestivo reciba el descanso necesario y facilite su recuperación.

dieta blanda

Alimentos que no incluye la dieta blanda

En una dieta blanda, es fundamental evitar ciertos alimentos hasta que se recupere una mejor tolerancia digestiva. 

Los alimentos que deben excluirse de la dieta blanda son:

  • Cereales integrales, debido a su alto contenido en fibra que puede ser difícil de digerir.
  • Frutas crudas, en almíbar o confitadas, ya que pueden irritar el sistema digestivo.
  • Verduras crudas o muy fibrosas, que pueden ser difíciles de procesar y causar molestias.
  • Carnes rojas y embutidos, debido a su alto contenido en grasa y dificultad para digerir.
  • Pescado azul, mariscos y moluscos, por ser alimentos más grasos y difíciles de digerir.
  • Legumbres completas, que pueden causar gases e incomodidad digestiva.
  • Grasas como nata, mantequilla, margarina, manteca, quesos curados y semicurados, ya que son pesadas y pueden irritar el estómago.
  • Picantes, salsas, condimentos fuertes, café, chocolate y vinagre, porque pueden estimular la secreción de ácido gástrico y causar irritación.
  • Encurtidos como pepinillos, aceitunas y cebollitas, que pueden ser irritantes para el estómago.
  • Alimentos muy azucarados, bollería industrial o casera, comidas precocinadas y alimentos muy especiados, ya que pueden ser difíciles de digerir y provocar malestar.

Recomendaciones

En una dieta blanda, es crucial evitar ciertos alimentos hasta que se logre una mejor tolerancia digestiva. Los alimentos que deben ser excluidos de la dieta blanda incluyen:

  • Cereales integrales, ya que su alto contenido en fibra puede ser difícil de digerir.
  • Frutas crudas, en almíbar o confitadas, debido a que pueden irritar el sistema digestivo.
  • Verduras crudas o muy fibrosas, las cuales pueden ser difíciles de procesar y causar molestias.
  • Carnes rojas y embutidos, por su alto contenido en grasa y la dificultad para digerirlas.
  • Pescado azul, mariscos y moluscos, que son alimentos más grasos y complicados de digerir.
  • Legumbres completas, que pueden provocar gases e incomodidad digestiva.
  • Grasas como nata, mantequilla, margarina, manteca, quesos curados y semicurados, ya que son pesadas y pueden irritar el estómago.
  • Picantes, salsas, condimentos fuertes, café, chocolate y vinagre, porque pueden estimular la secreción de ácido gástrico y causar irritación.
  • Encurtidos como pepinillos, aceitunas y cebollitas, que pueden ser irritantes para el estómago.
  • Alimentos muy azucarados, bollería industrial o casera, comidas precocinadas y alimentos muy especiados, ya que pueden ser difíciles de digerir y provocar malestar.

Seguir una dieta blanda implica elegir cuidadosamente los alimentos para no sobrecargar el sistema digestivo y permitir una recuperación más rápida y efectiva.

La dieta blanda se centra en alimentos fáciles de digerir y suaves para el sistema digestivo, ideal para quienes se recuperan de afecciones gástricas. Es crucial evitar alimentos integrales, frutas y verduras crudas, carnes rojas, pescados grasos y legumbres completas, que pueden irritar el estómago. 

En su lugar, se recomiendan cereales refinados, frutas maduras o cocidas, carnes blancas y pescados blancos. Es fundamental evitar grasas pesadas, condimentos fuertes y alimentos muy azucarados para facilitar una recuperación rápida y efectiva. 

Con PlanEAT, la APP de Nutrición gratis, puedes planificar y seguir fácilmente una dieta blanda personalizada, asegurándote de consumir los alimentos adecuados y evitar aquellos que puedan causar molestias digestivas.